George Springer. MLB.com
EL NUEVO DIARIO, TORONTO — Puede haber algo mágico con estos Azulejos del 2025.
George Springer hizo el swing más importante de la temporada en el séptimo inning del juego del martes, un grand slam que hizo vibrar el Rogers Centre de una manera que no habíamos visto en mucho, mucho tiempo.
La victoria de Toronto por 12-5 los acercó a un juego de los Yankees en la División Este de la Liga Americana. ¿A quién le importa que aún falten tres meses entre hoy y la postemporada? Ya es julio, la Fecha Límite de cambios y todas sus posibilidades se acercan a fin de mes, y los Azulejos están haciendo que el verano se sienta más interesante cada día. Este estadio – quizás toda esta organización – se siente viva de nuevo.
El vuelacercas de Springer fue su segundo del día, una conexión que estuvo en el aire el tiempo suficiente para aumentar el drama. Sin embargo, Springer siempre supo que se iría. Ha conectado 274 cañonazos y ahora 100 con los Azulejos.
Al salir del cajón de bateo, Springer soltó su bate y comenzó a saltar por la línea. Sus pies apenas tocaban el suelo mientras recorría las bases, rebotando y bailando mientras aullaba junto a la multitud que agotó la boletería, todos en un frenesí rojo por el Día de Canadá. Cuando Springer pisó el home para unirse a los demás, casi le saca el hombro a Tyler Heineman al chocar las manos saludándolo.
En su siguiente turno, Springer siguió sumando con un sencillo de dos carreras en el octavo, terminando de 5-3 con siete carreras impulsadas, un nuevo récord personal para él en un sólo juego. Qué día, y qué temporada para el veterano, que ha callado a algunas personas en el camino.
El Día de Canadá trae una energía diferente al estadio cada 1 de julio, pero demasiados de estos días se han desperdiciado. Ahora, lo que está pasando se siente como el comienzo de algo, y como vimos en 2015 y 2016, cuando los Azulejos pueden captar el mercado canadiense en el momento justo, cosas increíbles pueden suceder.
Springer tampoco estuvo solo. El venezolano Andrés Giménez conectó un cuadrangular de tres carreras al principio del juego para darle a Toronto la ventaja, apenas su quinto bambinazo de la temporada y el primero en el Rogers Centre desde ese inicio ardiente en marzo. Giménez ha estado en un bache terrible en el plato desde entonces y pasó casi un mes en la lista de lesionados con una distensión en el cuádriceps, pero los Azulejos no necesitan que sea Aaron Judge en el plato. Es un defensor brillante, uno de los mejores del planeta, así que todo lo que Toronto espera de Giménez es un momento especial con el bate de vez en cuando.
Este equipo sigue siendo capaz de recuperarse cuando las cosas no salen bien, además. Kevin Gausman cedió una ventaja temprana de 2-0, pero sus compañeros repuntaron de inmediato. Un par de errores defensivos inusuales igualaron el marcador de nuevo a 4-4, pero volvieron a levantarse. Ningún equipo es más emocionante de ver que uno que está al acecho. Cada lanzamiento, cada jugada y cada inning comienza a generar esperanza, incluso cuando la pizarra no pinta bien. Jugar un buen béisbol es la mayor parte de la batalla, pero jugar un béisbol emocionante sigue siendo importante. Además, este es un negocio de entretenimiento.
El grand slam de Springer fue eso en su máxima expresión. Fue uno de esos momentos que, si los Azulejos pueden convertir esta temporada en algo digno de recordar, lo veremos una y otra vez.
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