El Ministerio Público afirma que tanto Antonio como Maribel Espaillat, hermanos propietarios de Jet Set, realizaron movimientos con la intención de intimidar o manipular a empleados de la discoteca para que no testificaran en su contra en la investigación que realizan las autoridades sobre la tragedia ocurrida en esa discoteca el pasado 8 de abril.

«…en la orden de arresto, se alude a movimientos realizados por los imputados para intentar intimidar o manipular a empleados de la empresa Inversiones E y L, SRL, que manejaba la discoteca Jet Set Club, y que pueden fungir como testigos en este proceso», expresa el Ministerio Público en una nota de prensa.

Según la orden de arresto gestionada por el director de Persecución, Wilson Camacho, ante el Décimo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, ambos hermanos habrían cometido homicidio involuntario, conforme al Artículo 319 del Código Penal Dominicano.

Señalan que mostraron «una inmensa irresponsabilidad y negligencia, al no hacer lo necesario para que el techo del Jet Set Club fuera intervenido de manera adecuada y especializada para poder evitar una tragedia que cobrara vida del público y de sus empleados que confiaban en la supuesta seguridad del lugar, como finalmente ocurrió».

El arresto de los hermanos Espaillat se produjo este jueves tras una comparecencia de unas tres horas y luego de que ayer la Procuraduría General de la República recibiera el informe de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) sobre lo ocurrido cuando el techo de la discoteca Jet Set se desplomó en la madrugada del lunes 7 al martes 8 de abril mientras actuaba ante cientos de personas el merenguero Rubby Pérez, también fallecido en el suceso.

Familiares de víctimas han depositado hasta el momento en torno a 70 acciones legales contra los propietarios del local nocturno.