Nelson Miranda, asesino del Milloncito, habría ultimado a su primera esposa 47 años atrás

Nelson Miranda, asesino del Milloncito, habría ultimado a su primera esposa 47 años atrás


Santo Domingo.- La historia de Nelson Feliz Miranda Hermida parece sacada de una serie de televisión, una que comenzó en una Nochebuena de 1978 y terminó, casi medio siglo después, en un nuevo acto de violencia mortal.

Con 79 años, Miranda Hermida asesinó a tiros a su esposa y a su suegra el pasado domingo 12 de octubre en su residencia del sector El Milloncito, en el Distrito Nacional, repitiendo un patrón que había marcado su vida 47 años atrás.

En diciembre de 1978, con apenas 32 años, mató a su primera esposa, Ana Argelia Abreu, madre de su hijo, a quien había llevado al salón de belleza en plena víspera de Navidad. Una bala bastó para arrebatarle la vida a la joven, mientras él siguió su camino con otra familia y una nueva oportunidad que el sistema le concedió.

El hombre fue condenado a siete años de prisión, pero según su ex cuñado, solo cumplió tres años y medio, un detalle que hoy genera indignación y preguntas sobre la fragilidad del sistema judicial dominicano frente a los crímenes de género. “No sé si se valió de alguna influencia”, dijo Félix Antonio Abreu, hermano de la víctima, al recordar que su excuñado volvió a hacer vida normal, portando un arma y sin restricciones.

Casi cinco décadas después, la historia se repite con un desenlace aún más devastador. Miranda Hermida asesinó a Mayra Martínez Romero, de 65 años, y a su madre, Doris Romero, de 86, antes de quitarse la vida con la misma pistola. Previamente, había llamado a sus hijos para que acudieran a la residencia; uno de ellos fue quien encontró los cuerpos.

Los vecinos, sorprendidos por la tragedia, afirmaron no haber escuchado nunca discusiones, describiendo al agresor como un hombre tranquilo, lo que revela una vez más el carácter silencioso y peligroso de la violencia doméstica.

El caso, además de estremecer al país, expone una herida que nunca ha cerrado: la impunidad y el descuido institucional ante agresores reincidentes. ¿Cómo alguien con ese historial pudo seguir armado durante décadas? ¿Cuántas vidas se hubiesen salvado si la justicia hubiese hecho su parte?

Las cifras oficiales indican que unas 50 mujeres han sido asesinadas en lo que va de 2025, una estadística que ya parece rutina en una sociedad marcada por una violencia intrafamiliar que se comporta como epidemia, afectando no solo a mujeres, sino también a hijos, madres y otros miembros de la familia.

La tragedia de Nelson Feliz Miranda Hermida no solo reabre viejas heridas, sino que también plantea un grito de urgencia por reformas judiciales, control de armas y seguimiento psicológico a agresores con antecedentes. Porque cuando la historia se repite, lo que falla no es el destino, sino el sistema.

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