Es cierto que la estadounidense no es una especialista en tierra batida, donde sus resultados esta temporada han sido más que discretos, pero también lo es que la jugadora de Nueva York, hija del propietario del torneo de Charleston (sobre pista dura), alcanzó el año pasado los octavos de final en Roland Garros.
Eso no resta mérito a la buena actuación de Bouzas, que a sus 22 años logra su cuarta victoria en un Grand Slam, la primera en Roland Garros, donde el año pasado, en su debut, cayó en primera ronda.
La gallega, que tampoco había tenido buenos registros sobre arcilla, desplegó un gran tenis en el partido de apertura en la pista Suzanne Lenglen, la segunda más importante del complejo, donde en breve jugará su compatriota Carlos Alcaraz.
No le dio muchas opciones a Navarro, que se defendía como podía y comprobó cómo el aluvión de juego de la española la superaba por todos los flancos.
Tras encajar un «rosco» en el primer set, Bouzas mantuvo el nivel, sin que la estadounidense pudiera encontrar grietas en el juego de su rival.
La española logró colocarse 5-0 con su servicio, a punto de cerrar con un doble 6-0 un partido impresionante, pero los nervios de la victoria la llevaron a ceder su saque y alargar el encuentro.
Sin embargo, Bouzas no quiso dar opciones de recuperación a su rival y en el siguiente juego aumentó la presión. Dispuso de una primera bola de partido con 30-40, pero fue en la segunda cuando Navarro dejó la pelota en la red, cediendo el triunfo a su rival.
La española buscará superar por primera vez la segunda ronda en un grande ante la vencedora del duelo entre la francesa Diane Parry, invitada por los organizadores y número 93 del mundo, y la estadounidense Robin Montgomery, número 115 del ranking.
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