EL NUEVO DIARIO, ARLINGTON — Lo mejor que pudo hacer el zurdo Framber Valdez para dejar atrás su controvertida actuación del martes contra los Yankees fue volver al montículo y ofrecer una actuación sólida.

Lo hizo el domingo por la tarde en la derrota de los Astros por 4-2 ante los Rangers en el Globe Life Field. La pregunta ahora es si podrá mantener un buen ritmo en las últimas tres semanas de la temporada regular.

Valdez, quien lanzó por primera vez desde que golpeó al receptor César Salazar en el pecho con un lanzamiento cruzado cinco días antes, lanzó siete entradas sólidas y permitió cuatro carreras (tres limpias) camino a sufrir la primera derrota de su carrera en el Globe Life Field. (Tuvo marca de 5-0 en sus primeras siete aperturas en el estadio).

Valdez, quien fue emparejado con el receptor Yainer Díaz (ha atrapado 24 de las 28 aperturas de Valdez esta temporada) dijo que su objetivo al llegar al juego era estar «tranquilo» y no dejar que las cosas lo molestaran cuando salieran mal, lo que ha sido una lucha para él a lo largo de su carrera.

“Aprendí a no frustrarme, a no volverme loco y simplemente concentrarme en el próximo bateador y en el próximo lanzamiento que voy a lanzar”, dijo a través del intérprete Otto Loor.

Ese no fue el caso el martes contra los Yankees. Dos lanzamientos después de permitirle un grand slam a Trent Grisham, con Salazar intentando que se bajara del montículo antes del lanzamiento, Valdez lanzó un sinker que golpeó a Salazar, quien esperaba una curva. Valdez dijo que no fue intencional, aunque no mostró ningún remordimiento inmediato. Posteriormente se disculpó.

“Entre César y yo, fue un mal momento”, dijo Valdez el domingo. “Pero seguimos trabajando, concentrados en la siguiente salida, en mejorar mis habilidades y en tener una buena salida”.

La derrota, sumada a la victoria de Seattle en Atlanta, redujo la ventaja de Houston en la División Oeste de la Liga Americana a dos juegos y medio sobre los Mariners y cuatro juegos sobre los Rangers, que ocupan el tercer lugar, con 18 partidos restantes. Los últimos seis partidos de los Astros en casa son contra los Rangers y los Mariners.

A un out de salir ileso de la sexta entrada, Valdez permitió tres hits consecutivos, incluyendo un jonrón de dos carreras de Jake Burger que marcó la diferencia en el juego. Tras anotar 11 carreras en la victoria del sábado, la irregular ofensiva de los Astros solo logró cinco hits (tres sencillos y dos dobles).

“Usó mucho más su sinker esta noche”, dijo el mánager de los Astros, Joe Espada. “Pensé que tenía buena mano. La curva, cambiaba de velocidad intentando conseguir algunos swings fallidos, pero no tenía mucha mano. Así que dependió de su sinker y su cambio… lanzamientos bastante buenos”.

Valdez, quien típicamente lanza un 44% de sinkers, un 33% de curvas y un 18% de cambios, solo lanzó 28 sinkers de sus 97 lanzamientos. Lanzó 34 cambios y 33 curvas. Valdez está en su mejor momento cuando crea ponches con la curva y conecta roletazos con el sinker.

“Siento que mi bola curva siempre ha estado ahí”, dijo. “Hay veces que simplemente no entra. A veces, la preparación no es la correcta. Solo me concentro en lanzarla donde se supone que debo hacerlo”.

Un error de tiro de Díaz en la segunda entrada le dio a los Rangers una ventaja de 1-0, y Houston no logró conectar un hit contra el abridor de los Rangers, Patrick Corbin, hasta la quinta. El sencillo productor de Jeremy Peña en la sexta empató el juego 1-1.

Valdez ponchó a los dos primeros bateadores que enfrentó en la sexta entrada antes de permitir un sencillo de Cody Freeman y un doblete productor de Josh Jung. Burger conectó un jonrón al jardín derecho, y la pelota pasó justo por encima del guante de Cam Smith, quien saltó, ampliando la ventaja de Texas a 4-1.

“Fue un poco frustrante, pero hoy estuve más tranquilo”, dijo Valdez. “Me ha pasado antes que cometiera un error: fue un mal lanzamiento y él logró conectar un jonrón, pero pude concentrarme en sacarlo y salir en la siguiente entrada, y también en conseguir esos tres outs”.

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