En la costa occidental de Oahu, bajo el intenso sol de julio y rodeado de aguas turquesa, Jason Momoa celebró el estreno mundial de El gran guerrero, la serie de Apple TV+ que redefine su carrera y eleva la representación de la cultura hawaiana en la pantalla global.
Reconocido internacionalmente por sus papeles de acción, Momoa se describe como un hombre capaz de combinar fuerza y vulnerabilidad. Tras años de éxitos en Hollywood, el actor, creador y guionista vuelve a sus raíces para liderar una producción que narra, por primera vez desde la perspectiva nativa, la unificación de las islas hawaianas.
Según The New York Times, la premiere en Oahu fue mucho más que un evento mediático: se vivió como un reencuentro familiar y comunitario. Momoa compartió la jornada con su padre, Joseph Momoa, y otros seres queridos.
A sus 45 años, remó en una canoa tradicional junto a su padre, señaló la playa donde aprendió a surfear y el arrecife donde está enterrado su cordón umbilical. “Lo hicimos por Hawái”, afirmó Momoa, y remarcó la enorme responsabilidad de llevar una historia tan significativa a la pantalla.
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“El gran guerrero”: autenticidad hawaiana en una epopeya ambiciosa
La serie narra la vida de Ka’iana, un guerrero histórico del siglo XVIII que presenció la unificación de Hawái y los primeros contactos coloniales. Momoa interpreta al protagonista, además de ser creador, guionista y director del episodio final de la primera temporada, junto a Thomas Pa’a Sibbett.
El proyecto, que estrena el 1 de agosto con dos episodios iniciales y lanzamientos semanales, busca subsanar la falta de historias verdaderamente hawaianas en Hollywood.
La producción se realizó en Hawái y Nueva Zelanda, con un elenco mayoritariamente polinesio que incluye a Temuera Morrison y Luciane Buchanan. Para garantizar la fidelidad cultural, el equipo sumó más de una docena de consultores y artesanos expertos en tallar tikis, construir canoas y confeccionar a mano los trajes ceremoniales.
La serie se grabó en su mayor parte en Ōlelo Hawai’i, la lengua nativa, a pesar de que Momoa no la domina completamente. “Eso no son utilería. No solo estamos haciendo una serie, estamos mostrando al mundo quiénes somos”, explicó Sibbett en declaraciones publicadas por The New York Times.
El compromiso por la autenticidad atravesó toda la producción. La erupción del volcán Mauna Loa, justo antes de filmar la batalla final, fue interpretada por Momoa y Sibbett como una señal de bendición ancestral. “Queremos mostrar que tenemos nuestras propias historias para contar”, expresó el actor, quien subraya así la importancia de reivindicar la voz y la historia de los nativos hawaianos en un medio donde normalmente han sido relegados.
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