Santo Domingo.- El Colectivo Migración y Derechos Humanos (CMDH) expresó su respaldo al diálogo convocado por el presidente Luis Abinader, junto a los expresidentes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina, con el objetivo de discutir la crisis haitiana y sus implicaciones para República Dominicana, a celebrarse este 3 de junio en el Consejo Económico y Social (CES).
Aunque valoró positivamente la apertura de un espacio plural y democrático para tratar un tema de alta sensibilidad nacional, el Colectivo advirtió sobre actuaciones recientes de las autoridades migratorias que, a su juicio, han vulnerado derechos fundamentales y alimentado un clima de estigmatización y desinformación hacia personas migrantes, en su mayoría de origen haitiano.
Reconocieron el derecho soberano del Estado dominicano a regular su política migratoria, sin embargo, señalaron que esto no puede ejercerse desde la represión ni el atropello, sino desde una visión coherente, humana y legal, que garantice el debido proceso en cada actuación oficial.
El CMDH denunció que, pese al trabajo de décadas de muchas organizaciones sociales, las voces expertas han sido ignoradas en la formulación de políticas públicas, lo que ha contribuido a una gestión marcada por la improvisación y el enfoque punitivo en lugar del enfoque de derechos.
Entre sus propuestas, el Colectivo planteó establecer mecanismos de regularización migratoria ordenada, especialmente para trabajadores haitianos que hoy resultan esenciales en sectores como la agricultura, la construcción y el comercio. Sugieren otorgar estatus migratorios temporales que garanticen inclusión formal y protejan tanto derechos laborales como el desarrollo económico.
También llamaron la atención sobre la situación de personas dominicanas de ascendencia haitiana, a quienes se les ha negado el derecho a la nacionalidad, tras la controvertida Sentencia 168-13 y medidas posteriores, lo que, según afirman, perpetúa una injusticia histórica incompatible con los valores democráticos del país.
El CMDH apeló al espíritu solidario del pueblo dominicano, recordando que esta es una nación marcada también por la migración, y reiteró su rechazo a cualquier forma de racismo, xenofobia o discurso de odio, ya que, afirman, estas prácticas solo dividen y dañan el tejido social.
Aseguran que una política migratoria bien pensada debe combinar orden, legalidad, humanidad y justicia, y ver al migrante como un ser humano con derechos, no como una amenaza. En esa línea, instaron a que el enfoque del Estado sea uno que construya paz social, no confrontación.
Finalmente, reafirmaron su disposición a participar activamente en el diálogo del 3 de junio y pidieron al Gobierno, al sector empresarial, a la sociedad civil y a los medios de comunicación que no permitan que el discurso de odio sustituya al diálogo, ni que la desinformación reemplace a la verdad.
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