El base dominicano del Real Madrid, Andrés Feliz (3d), lanza rodeado de jugadores del Unicaja durante el primer partido de la semifinal de la Liga Endesa que disputan hoy miércoles en el Movistar Arena de Madrid. EFE / Juanjo Martín.
EL NUEVO DIARIO, MADRID.- El dominicano Andrés Feliz ganó la batalla este viernes a su compatriota Jean Montero y a un excelente Brancou Badio para desatascar al Real Madrid y ayudar al conjunto blanco a sumar el primer punto de la final de la Liga Endesa en su gran noche como jugador blanco. El partido terminó 89-75.
El encuentro aspiraba a ser un duelo exterior entre Facu Campazzo y Andrés Feliz por una parte y Chris Jones y Montero por otra, aunque la sobreexcitación de Montero y la irrupción del caboverdiano Walter Tavares en la zona cambiaron los protagonistas, aunque no el MVP: un grandísimo Andrés Feliz.
El dominicano tiene en Valencia Basket su víctima perfecta con el Real Madrid, pues ya sumó su mayor anotación en fase regular ante el conjunto ‘taronja’, con 20 puntos, mientras que este viernes sus 18 puntos, seis rebotes y tres asistencias le permitieron desatascar a un Madrid que sólo había encontrado a Tavares en la primera mitad.
Pese al fulgurante inicio de Valencia en los primeros minutos, Montero no encontraba su sonrisa y la rápida rotación de Pedro Martínez, que buscaba acabar con el Madrid a base de ritmo, le impedía entonarse poco a poco.
Todo lo contrario le ocurrió a Andrés Feliz. A pesar de empezar en el banquillo, el dominicano encontró fluidez y mandó sobre la segunda unidad de Valencia Basket, a la que le faltaba contundencia y se veía superada por el control del dominicano.
Feliz y Llull comandaban ya en la primera mitad la reacción del Madrid, que no acusaba la dura eliminatoria ante Unicaja, mientras en Valencia nadie emergía como fundamental en el equipo, aunque su solidez le permitía seguir en partido.
La clarividencia de Feliz encontró al mejor Tavares, que sufría en defensa, porque los de Pedro Martínez buscaban que saliera a la línea de tres, pero que no tenía rival en la zona. El equipo ‘taronja’ lo probó con Matt Costello, con Nate Reuvers y también con Joel Soriano, pero ninguno aguantaba los envites de Tavares.
Pero el dominicano también encontró en la segunda mitad al bosnio Dzanan Musa, que se erigió como una herramienta más para los de Chus Mateo para acabar con Valencia, sin la frescura para transitar, ni el acierto de fuera para amenazar a un serio Madrid.
Badio, convertido en Montero por galones y puntos, era el único que sostenía a base de triples al Valencia, pero al inicio del último nada pudo hacer para contener a un extraordinario Andrés Feliz, que lideró el parcial de 20-4 al inicio del último parcial.
Feliz, que en su primera temporada como jugador blanco ha sabido dar descanso a Campazzo y reivindicarse en una posición tan complicada como la de base, le ganó la batalla a Montero, mermado por una lesión en un dedo de su mano izquierda, pero sobre todo emergió como la referencia de un Madrid que gracias a Feliz no acusó el cansancio.
En rueda de prensa, Mateo no se cansó de elogiarle. El exjugador de Joventut «ha tenido que pasar el proceso de todos los jugadores que llegan», porque el Madrid «es un club muy distinto», destacó Chus Mateo, que dijo que Feliz se ha «adentrado en las tripas del Real Madrid y en su idiosincrasia» para convertirse en un referente más del conjunto blanco.
Feliz, por su parte, incidió en el éxito del baloncesto dominicano, con él, Montero y Soriano en una final de la Liga Endesa: «Tener tres jugadores aquí significa mucho para nosotros y hay que seguir con ese nivel de desarrollo del deporte para que sigamos trayendo más jugadores», concluyó Feliz su gran noche.
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