EL NUEVO DIARIO, LOS ÁNGELES — Un hombre se va en paz, mientras que el otro todavía se enfurece por esa buena noche y por cualquiera que haya quedado en su camino.

Que Clayton Kershaw y Max Scherzer se encuentren aquí, uno frente al otro, una vez más, impactando esta Serie Mundial 2025 ya sea a través de su desempeño en el montículo o su presencia fuera de él, es una conclusión apropiada para la historia conectada del béisbol profesional de estos dos futuros miembros del Salón de la Fama.

«Hemos estado conectados», dijo Kershaw, «en todo momento».

«Ya sabes, la misma generación del Draft, todo», añadió Scherzer. «Ha sido increíble competir contra [Kershaw] toda mi carrera, e incluso llegamos a ser compañeros de equipo [en 2021]. Ha sido genial estar cara a cara, y es apropiado que él esté al final aquí y que nos enfrentemos en la salida».

Mientras Kershaw y su ciertamente disminuido repertorio incipiente continúan prácticamente sin uso en el bullpen de los Dodgers en una postemporada en la que sus abridores rutinariamente han trabajado hasta muy entrada la temporada, Scherzer será el abridor del Juego 3 para los Blue Jays el lunes por la noche en el Dodger Stadium.

«Sigue lanzando a 95 mph, ¿sabes?», dijo Kershaw. «Así que aún le quedan algunos años de energía, si es que quiere».

La participación en la Serie Mundial podría posiblemente contribuir en gran medida a determinar eso.

Después de una temporada regular en 2025 en la que se limitó a 17 aperturas y registró una efectividad de 5.19, la peor de su carrera, Scherzer tiene la oportunidad de demostrar que su excelente desempeño en Seattle durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana (cuando le gritó al mánager John Schneider que lo dejara terminar el quinto y salió con su primera victoria en un juego de postemporada desde la Serie Mundial de 2019) no fue casualidad y que todavía puede hacer contribuciones significativas a un club.

Mientras Scherzer calentaba en el bullpen antes del cuarto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, tras 22 días de descanso, el entrenador de lanzadores de Toronto, Pete Walker, observó. Walker escuchó los chasquidos en el guante que Scherzer estaba creando y sintió un hormigueo en los brazos.

«Fue como… No sé cómo lo hizo, pero lo hizo», dijo Walker. «Simplemente volvió a ser ese tipo».

Scherzer, de 41 años, dijo que el problema en el pulgar que le había molestado este año ya está bajo control. Y por eso no habla como si estuviera listo para despedirse del juego.

“Simplemente me mantengo alerta”, dijo Scherzer. “Mientras pueda ser titular en un equipo de campeonato, quiero seguir jugando. Si mi cuerpo está sano, quiero seguir jugando. Y desde que superé este problema en el pulgar, me ha dado un impulso pensar que todavía puedo lanzar a este nivel”.

Kershaw, de 37 años, es cuatro años menor que Scherzer, pero se encuentra en una situación muy diferente, tanto mental como físicamente. Su quinto (sí, el quinto) hijo está en camino, ha considerado retirarse varias veces en los últimos años y, tras una temporada en la que consiguió su ponche número 3000 , no expresa más que su disposición a retirarse.

«Estoy muy agradecido por toda esta temporada», dijo Kershaw. «Sabes, tal como se ha desarrollado, estoy en paz con la decisión de que esta sea mi última… No se me da bien expresar emociones, la verdad, pero hay muchas, y ha sido muy especial, y voy a intentar disfrutarla al máximo».

Probablemente hayas visto las imágenes de un partido entre los Dodgers y los Diamondbacks del 7 de septiembre de 2008, cuando los fanáticos inicialmente esperaban un enfrentamiento entre Greg Maddux y Randy Johnson y en cambio obtuvieron a Kershaw y Scherzer .

Nadie podría haber imaginado entonces que dos miembros del Salón de la Fama serían reemplazados por dos miembros del Salón de la Fama. Al final, Scherzer y Kershaw serán apenas la tercera pareja de miembros del Salón de la Fama que se enfrentaron como lanzadores abridores novatos, ¡y la única desde 1890 (cuando hubo enfrentamientos entre Kid Nichols y Cy Young, y Nichols y Jesse Burkett)!

Kershaw y Scherzer tuvieron una última apertura enfrentados el 8 de agosto de este año. Después, intercambiaron camisetas. Fue una muestra de respeto entre dos leyendas de su época: Scherzer, un vagabundo que ahora es el primer lanzador en llegar a la Serie Mundial con cuatro equipos diferentes, y Kershaw, un Dodger de sangre azul para el futuro.

En 2006, fueron seleccionados con solo cuatro selecciones de diferencia: Kershaw, procedente de su escuela secundaria de Dallas, pasó a los Dodgers en el puesto número 7, y Scherzer, procedente de la Universidad de Missouri, pasó a los D-backs en el puesto número 11.

Luego, debutaron con un mes de diferencia en 2008: Scherzer el 29 de abril de 2008 y Kershaw el 25 de mayo. En 2013, cuando Scherzer ya había sido traspasado a los Tigres, ambos ganaron el Cy Young de la Liga Americana y la Liga Nacional. Ambos ganaron el Cy Young tres veces. De hecho, la última vez que Scherzer lo ganó con los Nacionales en 2017, Kershaw quedó segundo en la votación.

Ahora, todos estos años después, Kershaw ha completado su carrera con 223 victorias, y Scherzer está justo detrás de él con 221.

Alguien como el entrenador de lanzadores de los Dodgers, Mark Prior, un ex prospecto destacado cuya carrera se vio marcada por las lesiones, puede apreciar particularmente lo que representan Kershaw y Scherzer.

“La durabilidad, la presencia que han demostrado, la expectativa de que, al subir al montículo, el nivel de juego de todos estará a la altura del que ellos traen al campo y su intensidad”, dijo Prior. “Su impacto es algo incalculable, pero creo que es simplemente su trabajo lo que es tan impresionante”.

Su trabajo es diferente hoy en día. Esta fue la segunda temporada consecutiva de Scherzer con menos de 100 entradas, y el inicio de temporada de Kershaw se vio retrasado por cirugías de rodilla y dedo del pie.

Pero los miembros de ambos clubes de la Serie Mundial elogian lo que estos dos lanzadores han logrado fuera del campo en el camino hacia el campeonato.

Para los Blue Jays, Scherzer aportó intensidad a un equipo que terminó en el último lugar de la División Este de la Liga Americana el año pasado. Apareció hablando de la Serie Mundial y de lo que se necesitaría para llegar allí.

“Es la personificación de un jugador de equipo”, dijo Walker. “Ha sido amable y maravilloso con el personal. Está en la oficina de nuestro entrenador todos los días, se sienta con Schneid media hora todos los días y está con nuestro departamento de lanzadores, hablando con nuestros chicos, haciendo preguntas y siempre buscando maneras de mejorar, ya sea él o algún otro miembro del personal. No teníamos ni idea de qué esperar de él, pero ha sido increíble y está realmente feliz aquí este año”.

Kershaw ha desempeñado durante mucho tiempo el papel de veterano en el vestuario de los Dodgers. Y su evolución del lanzador deslumbrante que fue en su momento al astuto veterano con la recta de 89 mph que es hoy le ha dado sabiduría.

“Lo que lo hace especial”, dijo Prior, “es que los chicos quieren jugar con él”.

A tipos como el relevista de 26 años Jack Dreyer, un compañero zurdo que creció idolatrando a Kershaw e intentando replicar su mecánica.

«En términos de plantar los pies, angular los brazos y cosas así, sí», dijo Dreyer, «estaba intentando imitar eso al cien por cien».

Dreyer y el resto de los Dodgers saben que imitar la presencia de Kershaw en 2026 será imposible.

“Sin él, habrá un gran vacío en el vestuario”, dijo Dreyer. “Es algo que realmente no se puede replicar. Así que estamos muy agradecidos de tener una persona y una actitud tan buenas en el vestuario. Creo que una de las mejores cosas de esta Serie Mundial es que tiene la oportunidad de irse con la victoria. Y luego, al otro lado de la calle, tienen a Max Scherzer, y sigue lanzando a 95 millas por hora, gritándole a su mánager y todo eso. Esos dos chicos estarán unidos para siempre, dos de los grandes”.

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