“Tenemos que hacer el trabajo” – El Nuevo Diario (República Dominicana)

“Tenemos que hacer el trabajo” – El Nuevo Diario (República Dominicana)


Javier Báez. EFE

CLEVELAND — Durante la mayor parte de su trayectoria con los Tigres, Javier Báez ha adoptado un enfoque de swings grandes y sin mucha disciplina para producir carreras. En las últimas semanas, el boricua ha sido más pragmático, manteniéndose detrás de los lanzamientos, bateando roletazos hacia los jardines y sumando sus carreras impulsadas.

Cuando Báez se paró en el plato con las bases llenas en el cuarto inning la tarde del miércoles, una oportunidad que se presentó gracias a dos bases por bolas consecutivas con dos outs que Dillon Dingler y Zach McKinstry negociaron contra el abridor de los Guardianes, Tanner Bibee, no buscaba un momento espectacular. Buscaba traer al menos una carrera, lo que fuera necesario para conseguirla.

“Honestamente, al ver la situación, yo con las bases llenas, me acerqué más al plato,” dijo. “Si me golpean, anotamos, y prácticamente lo obligué a lanzarme una recta. Tenemos que competir; esa es mi filosofía”.

Báez vio la recta de 0-1 en la mitad exterior del plato y no la falló, enviando un roletazo por el medio del diamante con una velocidad de salida de 103.1 mph. Riley Greene trotó a casa con la que sería la única carrera de los Tigres.

El hecho de que Báez resultara ser el bate más sereno en situaciones de anotar carreras dice mucho sobre su cambio de enfoque. También dice mucho sobre los Tigres, y por qué ahora enfrentan un Juego 3 a vida o muerte en su Serie del Comodín de la Liga Americana contra los Guardianes.

Báez no solo produjo la única rayita de Detroit en el Juego 2, sino que tuvo el único hit del equipo con una oportunidad de empujar carreras. Una vez que Dingler fue retirado con un elevado al inicialista C.J. Kayfus con las bases llenas para cerrar la derrota 6-1 de los Tigres, terminaron de 15-1 con corredores en posición anotadora. Sus 15 dejados en base se quedaron a solo uno del récord de las Grandes Ligas para un juego de postemporada de nueve innings, impuesto por los Dodgers del 2009 en el Juego 1 de su Serie Divisional de la Liga Nacional contra los Cardenales.

Los Dodgers ganaron ese juego porque complementaron sus dos hits remolcadores con un elevado de sacrificio y un bateador golpeado con las bases llenas. Los Tigres, que empujaron la rayita de la ventaja con un toque de bola en el Juego 1, no tuvieron nada de eso.

“Tenemos que hacer el trabajo cuando estamos a la ofensiva”, siguió Báez, cuyo equipo tiene de 23-2 con corredores en posición anotadora en esta serie.

La urgencia de los Tigres por conseguir ofensiva quedó de manifiesto cuando el mánager A.J. Hinch trajo a Jahmai Jones — quien ha encontrado un rol establecido en Grandes Ligas por primera vez en su carrera gracias a su poder contra zurdos esta temporada — al plato con corredores en las esquinas y un out en la séptima entrada de lo que era entonces un juego empatado. Bateó de emergente por Greene, una presencia diaria en la parte media del orden al bate de los Tigres.

Marcó la sexta vez en esta temporada que Greene fue sustituido por un emergente, pero la primera en un juego que se decidió por cinco carreras o menos.

“Si miras lo que Jahmai ha hecho contra los zurdos, teníamos que arriesgarnos,” explicó Hinch, señalando el OPS de .970 de Jones contra zurdos en la temporada regular. “Tú viste el mismo juego que yo. Hasta ese momento, creo que teníamos un número de dos dígitos de jugadores en base y casi todos ellos en posición anotadora. Así que no creí que [el mánager de los Guardianes, Stephen Vogt] pensara que yo iba a sacar a Greeney para un bateador emergente. Habían traído al zurdo por él en ese lugar. Necesitábamos que la bola se pusiera en juego.”

Jones es apodado el “Mata Zurdos”, según Greene, por una razón. También bateó para .407 con corredores en posición anotadora en la ronda regular, con más bases por bolas (siete) que ponches (seis). Casi negoció el boleto, pero la curva del zurdo Tim Herrin terminó siendo cantada en strike por parte del árbitro principal Adam Beck, provocando una reacción en Jones mientras daba unos pasos hacia la inicial. Herrin colocó otra curva casi en el mismo lugar, y Jones abanicó en blanco para el tercer strike.

Ese fue el tema del día, y podría ser la ruina de los Tigres si no logran producir más en el Juego 3.

“Estuvimos a un solo swing de que fuera un partido de béisbol diferente,” contó Greene. “Es lo que hay.”

Incluso con el batazo de Báez en la cuarta entrada, los resultados fueron agridulces. Dingler iba justo detrás de Greene hacia el plato, pero el jardinero central Chase DeLauter retiró a Zach McKinstry, que iba de primera a tercera. El dominicano José Ramírez no sólo tocó a McKinstry antes de que pudiera tocar la tercera, sino que lo hizo antes de que Dingler cruzara el plato, negándole a Detroit la carrera de la ventaja.

“Nosotros corremos duro,” aseguró Báez. “Hemos estado haciendo esto los últimos años. Creo que somos uno de los mejores equipos en béisbol yendo de primera a tercera, y yo bateé la bola bastante bien por el centro.”

No esperen que el corrido de bases cambie. Pero los turnos al bate con gente en circulación tienen que hacerlo.

“Tenemos que regresar mañana y fajarnos”, terminó Báez. “Si hacemos nuestro trabajo a la ofensiva, el juego será diferente.”


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