EL NUEVO DIARIO, CLEVELAND — El martes, cuando José Ramírez se dirigió al plato para abrir la parte baja de la novena entrada, un grupo de aficionados sentados en la línea de primera base del Progressive Field sostenía un cartel que decía: «ESTÁS EN EL PAÍS DE LA CREENCIA».

Durante todo el mes, los Guardianes han seguido dando motivos de confianza a su afición, al remontar con uñas y dientes para conseguir, de forma improbable, su segundo título divisional consecutivo. Y por un instante, el martes, pareció que iban a añadir otro momento mágico a su agitada temporada durante el primer partido de la Serie de Comodines de la Liga Americana.

Ramírez se embasó con un sencillo dentro del cuadro ante Will Vest y avanzó a tercera gracias a un error en tiro de Javier Báez. El juego de guardias estaba en pleno apogeo. El estadio rebosaba y estaba listo para celebrar una victoria de remontada.

Pero Ramírez fue retirado al intentar anotar con un batazo de regreso de Kyle Manzardo. Fue uno de varios momentos inusuales de los Guardianes que resultaron costosos en su derrota por 2-1 ante los Tigres en el Juego 1.

«Si la pelota está a dos pies de cualquier lado, anota», dijo el mánager Stephen Vogt sobre Ramírez. «Simplemente, se fue directo a Vest».

En la historia de las Series de Comodines al mejor de tres, los ganadores del Juego 1 han ganado la serie en 18 de 20 ocasiones (90%), incluyendo 16 barridas. Los equipos que han ganado el Juego 1 como visitantes tienen un récord de 11-2 en esas series, incluyendo nueve barridas.

Las únicas dos remontadas de equipos que perdieron el primer partido en casa fueron en 2020 (A’s vs. White Sox y Padres vs. Cardinals). Cleveland debe recuperarse rápidamente o su temporada terminará. El segundo partido es el miércoles.

“Llevamos tres meses contra la pared. ¿Qué más da un día más?”, dijo Vogt sobre los Guardianes, que remontaron una desventaja de 15 juegos y medio, la mayor de la temporada, para superar a los Tigres y ganar la División Central de la Liga Americana.

Cleveland sabía que enfrentaba una dura prueba contra el as de los Tigres, Tarik Skubal, quien registró una efectividad de 0.64 en 28 entradas en cuatro aperturas de temporada regular contra los Guardianes. Se ganó un puesto en el tope salarial tras ponchar a 14 y permitir una carrera en 7 2/3 entradas. Lo mismo hizo Gavin Williams, quien permitió dos carreras (ninguna limpia), cinco hits y una base por bolas en más de seis entradas, con ocho ponches.

Pero cada pequeño momento cuenta en la postemporada, y dejando de lado los problemas ofensivos, los errores de los Guardianes ocurrieron en áreas en las que suelen destacar: en el campo y en las bases. Y les costó la oportunidad de capitalizar el gran comienzo de Williams.

El jardinero derecho Johnathan Rodríguez cometió un error de fildeo en la primera entrada al fallar un sencillo de Kerry Carpenter en el hueco. Carpenter anotó después cuando Spencer Torkelson le siguió con un sencillo.

Rodríguez dijo que se aceleró; su enfoque estaba en no permitir que Carpenter avanzara.

“Siento que fue más un error mental”, dijo Rodríguez a través del intérprete del equipo, Agustín Rivero.

En la séptima, el primera base Jhonkensy Noel se zambulló para derribar una línea de Wenceel Pérez. La bola se desvió hacia el segunda base Brayan Rocchio, quien envió el balón a Noel en primera a tiempo, pero el pie de Noel no tocó la almohadilla. Se le aplicó un error por la atrapada fallida.

“Fue una jugada increíble encestar ese balón”, dijo Vogt. “Son cosas que pasan… Uno comete errores. Esperas que no pase en un partido como este, pero va a pasar”.

En la novena, Ramírez llegó a base cuando Torkelson no pudo controlar un tiro bajo de Báez. La pelota rebotó en el pie de Ramírez y se deslizó por la línea hacia territorio de foul, donde inmediatamente giró hacia la segunda base. Su casco salió volando mientras corría hacia la tercera, mientras una multitud de 26,186 personas rugía y saltaba, aparentemente animándolo a recorrer las bases.

El tercera base Zach McKinstry mantuvo a Ramírez cerca de la tercera base cuando Manzardo se acercó al plato. Ramírez corría al contacto y salió disparado cuando Manzardo conectó un rodado de 0-2 al montículo. Frenó de golpe cuando Vest fildeó la pelota.

Vest no lanzó al plato, sino que corrió hacia Ramírez para tocarlo. Los aficionados de Cleveland se sintieron decepcionados cuando CJ Kayfus elevó a Báez para terminar el juego.

“Jugamos agresivamente. Siempre lo hacemos”, dijo Vogt. “No lo haría de otra manera. Solo esperamos que con el corredor en tercera, y con menos de dos outs, consigamos una bola en los jardines. No pudimos hacerlo”.

Como señaló Vogt, los Guardianes estuvieron contra las cuerdas durante la mitad de la temporada regular. Fueron derrotados una y otra vez, ya sea durante su racha de 10 derrotas (del 26 de junio al 6 de julio) o en la racha de 1-9 del 15 al 25 de agosto. Adoptaron una mentalidad de ir día a día y protagonizaron una racha histórica para llegar a la postemporada.

El martes, se toparon con un equipo potente, pero a pesar de todo lo que salió mal, aún tenían una oportunidad de oro para empatar. Si hay un equipo capaz de recuperarse rápidamente de una derrota, incluso una con tanto en juego como esta, ese es Cleveland.

“Vamos a recuperarnos. Lo hemos hecho todo el año”, dijo Vogt. “Nos encanta estar entre la espada y la pared. Mañana saldremos preparados y con ganas, listos para recibir una victoria”.

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