En la recta final de una de las giras más importantes de su carrera, Justin Timberlake sorprendió a sus seguidores al compartir una noticia inesperada: la confirmación de que padece enfermedad de Lyme.
El artista, conocido por éxitos como “Rock Your Body” y “Summer Love”, confesó que a lo largo del tour musical “Forget Tomorrow” debió enfrentarse a malestares persistentes cuya causa desconocía hasta recibir el diagnóstico.
A través de Instagram, el cantante describió el proceso: “Me conmocioné demasiado”, reflejando el desconcierto y la preocupación que acompañan a este tipo de diagnósticos.
¿Cuáles artistas tienen la enfermedad?
Avril Lavigne
Justin Bieber
Shania Twain
Kelly Osbourne
Bella Hadid
Anwar Hadid

¿Qué es la enfermedad de Lyme y cómo se transmite?
La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana originada por la bacteria Borrelia burgdorferi, transmitida por la picadura de ciertas garrapatas, como la conocida garrapata del ciervo. Frecuente en zonas boscosas y húmedas, la transmisión requiere que el insecto permanezca adherido a la piel durante varias horas, mayormente más de 24 o 36 horas. Aunque no todas las garrapatas portan la bacteria, el riesgo aumenta en regiones de alta incidencia y en los meses de mayor actividad de estos parásitos.
La enfermedad cuenta con una amplia gama y progresión de síntomas, los que a menudo aparecen de forma escalonada o se superponen, dificultando el diagnóstico temprano, según la información médica de MedlinePlus y los manuales de referencia de MSD.
Los primeros síntomas pueden manifestarse entre 3 y 30 días después de la exposición, con un signo característico: la aparición de una erupción cutánea en el sitio de la picadura, conocida como eritema migratorio.
Este síntoma suele describirse como una mancha roja, plana o ligeramente abultada que se expande, muchas veces en círculos concéntricos con área central menos coloreada, similar a una diana u “ojo de buey”.
La Cleveland Clinic indica que este sarpullido está presente en aproximadamente el 75% de las personas afectadas; su ausencia, no obstante, no excluye el diagnóstico.
Comúnmente se asocian a este primer periodo otros síntomas como fiebre, escalofríos, cansancio extremo, dolor de cabeza, rigidez muscular y articular, malestar general o inflamación de ganglios cercanos a la zona afectada, cuadros que suelen confundirse con procesos gripales y retrasan la atención adecuada, según detalla MedlinePlus.

Tratamiento y prevención: claves de control y recuperación
El tratamiento es más efectivo cuando se administra en fases tempranas mediante antibióticos como doxiciclina, amoxicilina o cefuroxima axetilo, con esquemas de entre 10 días y 4 semanas. Voces expertas insisten en que la recuperación se vincula directamente a la rapidez del diagnóstico y el inicio del abordaje, lo que reduce complicaciones crónicas y discapacidad.
Para cuadros con manifestaciones graves o complicaciones cardíacas y neurológicas, los protocolos amplían el uso de antibióticos intravenosos y suman antiinflamatorios no esteroideos —como el ibuprofeno— para paliar la rigidez y el dolor articular, conforme detalla el MSD Manual.
Las estrategias preventivas, avaladas por el CDC y la Mayo Clinic, incluyen evitar la exposición a zonas de vegetación densa, usar ropa adecuada, aplicar repelentes y revisar la piel tras actividades al aire libre. La extracción temprana y adecuada de la garrapata resulta fundamental para disminuir el riesgo de infección.
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